D3: La vitamina del sol

d3 la vitamina del sol

Probablemente conoces las principales propiedades de algunas vitaminas: sabes que las naranjas refuerzan nuestras defensas en invierno porque tienen vitamina C, que las zanahorias son buenas para la vista porque tienen vitamina A o que la vitamina B aporta energía. Pero ¿qué sabes de la vitamina D? Tiene un impacto muy directo en nuestra salud y hoy queremos contarte un poco más sobre ella.

La vitamina D combina dos tipos de nutrientes: las vitaminas D2 y D3. Mientras que la primera se obtiene mediante la dieta cuando comemos cereales o leche, la segunda es sintetizada en la piel cuando esta entra en contacto directo con la luz solar. Según los expertos diez o quince minutos de exposición solar al día bastan para cubrir las necesidades diarias de D3. No obstante, esto puede resultar muy difícil en zonas con climas fríosdonde apenas hay días soleados en invierno y en áreas muy industrializadas. Por este motivo es muy importante asegurarnos de que aportamos a nuestro organismo la dosis de D3 que necesita. A continuación te contamos por qué es importante.

HUESOS Y ARTICULACIONES

Su principal función es la de mantener un nivel correcto decalcio y fósforo, ya que la D3 facilita la absorción de ambos minerales y juega un papel determinante en el metabolismo de los huesos. El calcio es el mineral más abundante en el cuerpo y contribuye, entre otras cosas, a incrementar la densidad ósea, reduciendo así el riesgo de fracturas. En este sentido algunos estudios concluyen que esta vitamina puede tener un efecto preventivo frente a enfermedades como la osteoporosis o la artritis reumatoide. El fósforo, además de tener este mismo efecto protector de huesos y dientes, interviene en varias funciones vitales como la eliminación de deshechos y toxinas y la reparación de tejidos.

Además, cuando tenemos déficit de vitamina D en nuestro cuerpo experimentamos cierta debilidad muscular, lo cual reduce la función de los músculos. En personas mayoresesto es importante porque incrementa la probabilidad de caídas y por tanto de fracturas óseas, así como en deportistas que someten sus huesos y articulaciones a mucho esfuerzo.

vitamina d3 en invierno

SISTEMA NERVIOSO Y ESTADO DE ÁNIMO

Pese a que la D3 no es capaz de curar problemas mentales, sí que puede ayudar a su prevención ya que mejora diferentes procesos metabólicos que tienen que lugar en las neuronas cerebrales, lo cuales facilitan a los antioxidantes protegernos de varios procesos degenerativos. La Universidad de Manchester realizó un estudio que demostró que las personas con niveles óptimos de vitamina D tiene mayor capacidad de concentraciónatención y agilidad mental.

Por otra parte, la vitamina D participa en la síntesis de serotonina y dopamina, lo cual tiene un impacto directo sobre nuestro estado anímico: la serotonina influye en nuestro humor, capacidad de toma de decisiones y comportamiento social ya que interviene en la sensación de bienestar general y mejora nuestra capacidad para lidiar con tensiones diarias. Por este motivo tiene un efecto directo en el nivel de estrés, la ansiedad y otros desequilibrios emocionales. Incluso está estrechamente relacionada con el Trastorno Afectivo Emocional o TAE, el cual sufre aproximadamente un 10% de la población en los meses de otoño e invierno y que nos hace sentir decaídos emocionalmente y con menos energía.

DIABETES E HIPERTENSIÓN

La vitamina D3 fortalece las células del músculo cardíaco, lo cual tiene una relación directa con el posible desarrollo de problemas cardiovasculares. De hecho, un estudio concluyó que en hombres que tienen una deficiencia de D3 el riesgo de sufrir un infarto de miocardio es el doble que en aquellos con niveles normales de esta vitamina.

La vitamina D también tiene un efecto positivo en la presión arterial cuando se combina con calcio actuando en enfermedades metabólicas como la hipertensión, la diabetes y la obesidad. De hecho, la D3 protege contra la diabetes de tipo I. Según un estudio en niños, la suplementación de esta vitamina puede reducir el riesgo de contraer esta enfermedad. Durante 30 años se hizo un seguimiento a 10.000 niños finlandeses desde que su nacimiento. El riesgo de desarrollar diabetes en niños que recibían suplementación de vitamina D durante la infancia fue casi un 90% inferior a los que no lo la recibían suplementos.

Si decides recurrir a la suplementación para asegurarte de que recibes las cantidades óptimas de D3 recuerda que la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) recomienda tomar 15 mcg al día para adultos. La gran mayoría de suplementos del mercado tienen una dosificación muy superior a esta cantidad, de modo que te recomendamos consultar siempre las etiquetas y asegurarte de que tomas la dosis óptima.


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